Se estancan los ingresos y los atípicos no dan para mucho más. Los italianos no se hacen responsables de la gestión: todos los resortes han quedado en manos de José Manuel Entrecanales. Ahora es Acciona quien no quiere relevar a Rafael Miranda para poder cerrarle el paso a los italianos. Al final, ENEL y Acciona han pagado más de 40.000 millones de euros por un beneficio neto de 2.675 millones

ENEL y Acciona compraron Endesa por más de 40.000 millones de euros. Ahora, seis meses después de hacerse con las riendas, su capitalización no llega a los 35.000 millones. Ciertamente, una OPA de esas características exigía un reflujo la baja, pero el movimiento comienza a ser demasiado fuerte y la reunión con analistas mantenida por la empresa en la mañana del jueves, en la central madrileña, para resumir el ejercicio 2007, no presagia nada nuevo. Un detalle, tanto el presidente, José Manuel Entrecanales, como el consejero delegado, Rafael Miranda, no llevaron la voz cantante en la reunión. El espíritu de opacidad de Acciona se dejó ver en todo su esplendor.   

En cualquier caso, los ingresos se han estancado, especialmente en Europa y en Iberoamérica, y no se puede seguir tirando de atípicos. Endesa es hoy la viva demostración de que una guerra de opas extenúa a cualquier compañía, especialmente si se alarga en el tiempo, hasta tal punto de que, al final, no se sabe si el ganador es, de hecho, el perdedor.

No sólo eso: el principal problema para una compañía cloroformizada como Endesa es que los italianos de ENEL continúan sin entenderse con sus socios españoles. El presidente de Acciona, y de Endesa, José Manuel Entrecanales, ha asumido todos los poderes. Es más, hizo trampa: los italianos reclamaban un consejero delgado propio, al tiempo que pedían a Entrecanales que dejara a un lado, por una vez, su estilo ‘killer': que no rematara al equipo directivo de Manuel Pizarro para que hubiera una continuidad. No le hizo caso pero accedió a que Rafael Miranda se mantuviera en la Consejería Delegada. La trampa está en que Miranda no tiene ninguna atribución, y divide su jornada laboral entre la lectura de la prensa y los viajes representativos.

Por eso, ENEL no se hace responsable de los resultados, y se muestra paciente. Dentro de tres años - dos y medio- podrá tomar el poder. Bueno, al menos eso dicen los italianos que está firmado: la familia Entrecanales no lo tiene tan claro.