Lleva cinco cumbres latinoamericanas sin asistir. Pero esta vez puede ser la excepción. Al menos así lo afirma el Gobierno. En caso de que finalmente se confirmen las previsiones de asistencia del dictador cubano, Castro se encontrará con una activa disidencia en la cumbre de Salamanca. Carteles, manifestaciones, panfletos. Toda una campaña para sensibilizar a los estados de la comunidad iberoamericana de la necesidad de profundizar en la democracia y los derechos humanos en la isla caribeña.
Solicitamos e instamos a los países participantes a apoyar al pueblo cubano en la instauración de un sistema democrático y libre, señalan desde el Grupo Internacional por la Responsabilidad Social Corporativa en Cuba. Además, la disidencia cubana exige lo siguiente:
- La liberación inmediata de todos los presos de conciencia
- La condena explícita de todos los actos de represión, persecución y hostigamiento a que son sometidos los ciudadanos en el libre ejercicio de sus derechos, adoptados por la propia OIT y otros acuerdos internacionales.
- El reconocimiento `público y el apoyo a todas las organizaciones democráticas y sindicatos independientes cubanos.
- La ratificación del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Cutlurales; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; el Protocolo Facultativo al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Segundo protocolo Facultativo de este pacto, destinado a abolir la pena de muerte.
- La celebración de elecciones libres y democráticas bajo la suèrvisión de organismos internacionales.
Al Grupo Internacional por la RSC en Cuba se sumarán las protestas de Cuba en Transición y de Reporteros sin Fronteras. A lo mejor a Fidel Castro se le quitan las ganas de asistir a la cumbre de Salamanca.