La venganza es un plato que se come después de un concurso-oposición. Veinte años lleva Media Planning, es decir, don Leopoldo Rodés, administrando la publicidad del BBVA (antes BBV, ante BB). Es más, el banco vasco fue uno de los accionistas fundadores de la poderosa central de medios, con Leopoldo Rodés como controlador principal: un verdadero poder en la sombra, ante el que tiemblan determinados medios de comunicación.

Sin embargo, el presidente del BBVA, Francisco González, considera que Leopoldo Rodés es un hombre de El País -lo es, pero esa es otra cuestión- y de la Familia March -lo es, pero esa es otra cuestión- y ha decidido quitarle a Media Planning la cuenta del BBVA. Eso sí, por concurso-oposición, comme il faut. FG considera que El País es su enemigo y es cierto, pero esa es otra cuestión- y que Prisa ha sido uno de los instrumentos del Gobierno Zapatero para descabalgarle e la Presidencia del BBVA (lo cual es cierto, pero esa es otra cuestión).

Y ahí comienzan las cuitas de don Leopoldo. Rodés es todo un poder fáctico, consejero de La Caixa, pero acaba de perder lo que ya consideraba hecho (no sabemos porque lo consideraba, pero esa es otra cuestión): el 50% de la publicidad de Telefónica (400 millones de euros), y ahora pude perder la del BBVA (ojo, todo el grupo, unos130 millones de euros, contando publicidad comercial y patrocinio). Lo uno es lucro cesante y lo otro pérdida neta, si lo desean en términos contables.

Pero todo se hará de forma muy profesional y transparente, naturalmente.