Con motivo del dictamen sobre el proyecto de ley del aborto libre emitido por los jueces, he oído y leído críticas contra el presidente Carlos Dívar.
Por mi parte no abundaré en las críticas sino en felicitar al presidente de los jueces, puesto que no se trata de cuestiones religiosas sino de derecho natural, que es lo que desde su cargo tiene la obligación de proteger, al margen de las creencias espirituales.
Su actitud me ha parecido ejemplar. Tiene la obligación de atenerse a derecho natural y no se debe aprobar una ley que lo ofenda y vulnere. Somos muchos los que estamos al lado del feto indefenso y en contra de la madre que decide terminar con la vida de ese ser humano, tan débil y desprotegido que tiene en sus entrañas y que Bibiana Aído está decida a permitir se pueda matar impunemente.
Pedro J. Piqueras Ibáñez
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