Arde Atenas, hartos los griegos de que Europa y el FMI les echen un mano… al cuello. Repetimos: Europa y el FMI no ayudan a los griegos sino a los tenedores de bonos griegos. Y recuerden el principio primero: quien tiene ahorros para comprar deuda griega, o cualquier otra deuda, es porque no pasa apuros a fin de mes.

Bruselas no proporciona fondos a Grecia, como antaño, cuando la Unión Europea era un ente solidario entre ricos y pobres, sino que les ayuda a poder seguir endeudándose… que no es lo mismo.

Es más, los ajustes que a cambio de su 'ayuda' exige Bruselas son de tipo poco liberal, quizás porque el capitalismo financiero es muy poco liberal: menores salarios y mayores impuestos. Y digo yo: ya puestos a pedir esfuerzos, ¿por qué no exigir que se rebajen, no los salarios, sino las subvenciones, y las prestaciones, públicas?

Por cierto, los sesudos comentaristas económicos aseguran que estamos ante un ataque al euro y que, a más a más, sin Europa "España sería un infierno". Pues miren ustedes, el premier británico, David Cameron, asegura que da todos los días gracias a Dios porque el Reino Unido se mantenga al margen del euro. Natural: Reino Unido tiene más deuda y más déficit que España pero nadie le atosiga como se atosiga a España, Portugal o Grecia. El euro no ha sido bueno para España, ha sido letal. Homologó precios pero no salarios con los países de centroeuropa, nos hizo perder cuota de mercado y nos impidió acudir a la devaluación de la peseta, arma interesante en países con déficit comercial. ¿Dónde están las ventajas?

Eulogio López

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