Aunque lo piense, el portavoz de Economía del Partido Popular, Miguel Arias Cañete no puede decir que el crecimiento del PIB español proporcionad por el Instituto Nacional de Estadística no es cierto. O se calla, o ha de demostrar el fraude. El secretario de Estado de Economía, David Vegara se ha enfadado mucho con él.

Sí, es extraño que con la que está cayendo, con el paro subiendo, el IVA en caída libre, las grandes empresas reduciendo su facturación justo en ese mismo trimestre, los bancos sin soltar un euro, triplicándose el ritmo de cierre de pequeñas empresas y comercios que se ha triplicado y una balanza de pagos de la que mejor no hablar, uno pensaría que, en efecto, cerrar el ejercicio 2007 con un crecimiento del 3,8, más de un punto por encima de Europa resulta sospechoso. Pero eso es el asunto: que sólo resulta.  

"La estadística es una ciencia exacta porque dice exactamente lo que uno quiere que diga". Hay otro aún mejor: "El 90% de las estadísticas son mentira. Ésta, también".    

Además, las estadísticas, sin glosa, nunca mienten. Se miente en la interpretación de las mismas, o al menos, se "dora la píldora". Sí, el PIB del cuarto trimestre es muy raro, como raro es que el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, pretenda cambiar el tipo de cómputo del paro justamente ahora, en vísperas de elecciones, con el desempleo al alza y un dato de paro registrado, el de febrero, en vísperas del día "D" que pone a los socialistas de los mismos nervios.

Y es lógico que les ponga nerviosos: la gente podría pensar que el Gobierno ZP es bueno para repartir riqueza en épocas de bonanza, pero no para generarla en tiempos de crisis.

Eulogio López

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