• El Gobierno recupera los blindajes en el IBEX y toma medidas que limitan las OPAS.
  • Objetivo: evitar que compañías extranjeras tomen el control de las grandes empresas españolas estratégicas.
  • Además, la nueva normativa castiga a los tiburones apalancados que destrozan las compañías.
  • Tras el desplome bursátil, dos de cada tres compañías del IBEX cotizan por debajo de su valor contable.

Hemos tenido que llegar a la situación actual para que el Gobierno español se haya decidido a proteger a las grandes empresas estratégicas de nuestro país. Lo ha hecho aprobando tres enmiendas en el Senado que recuperan los blindajes y limitan las operaciones públicas de adquisición con el fin de evitar operaciones indeseables.

La medida más importante de las tres es la eliminación de la llamada 'enmienda Florentino', que entró en vigor en julio de 2011 y que terminaba con los blindajes en la Ley de Sociedades Anónimas que limitaban el derecho de voto al 10%, aunque la participación superase ese porcentaje. De esta manera, "los estatutos podrán fijar con carácter general el número máximo de votos que puede emitir un mismo accionista, las sociedades pertenecientes a un mismo grupo o quienes actúen de forma concertada con los anteriores". De todas maneras, las cláusulas limitativas de voto quedan sin efecto en el momento en el que el comprador se hace con el 70% del capital.

Por otra parte, el Ejecutivo ha modificado la ley del Mercado de Valores gracias a la segunda enmienda aprobada, y que tiene como objetivo fijar el precio de las opas en determinados supuestos. A saber: que haya existido una manipulación de su valor bursátil, que la acción se haya visto alterada por una catástrofe natural o una guerra, y que la compañía se haya visto sujeta a expropiaciones, confiscaciones u otras circunstancias que puedan suponer una alteración del valor de su patrimonio.

De esta manera, para fijar el precio el ofertante deberá aportar un informe independiente y que haya seguido unos criterios para determinar el precio: el valor medio del mercado, el valor liquidativo de la sociedad, el valor de la contraprestación pagada en los últimos doce meses y el valor teórico contable de la sociedad. Así, "el precio ofrecido no podrá ser inferior al mayor entre el precio equitativo y que resulte de este informe". Además, la operación deberá pagarse en dinero contante y sonante, con lo que se espanta a los tiburones apalancados que adquieren un elevado porcentaje de acciones endeudándose y luego trocean la empresa con el fin de ir pagando esa misma deuda.

En cualquier caso, el fin de esta enmienda es que el comprador no pueda pujar por el precio mínimo registrado tras la brutal caída del IBEX.

Con todo esto, el Ejecutivo deja claro en la tercera enmienda, que estas medidas serán aplicables a todas las operaciones que aún no hayan sido aprobadas por la CNMV, y es que dos de cada tres empresas del IBEX cotizan, hoy por hoy, por debajo de su valor contable.

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com