- Un estudio del IPF revela que las recomendaciones de la UE no se cumplen en nuestro país
- El Ejecutivo dedica menos del 1% de su PIB en prestaciones directas por hijo.
- El Instituto de Política Familiar ha realizado un amplio estudio que demuestra que España suspende estrepitosamente en el ámbito de las ayudas maternales, prestaciones familiares, etc.
El Instituto de Política Familiar ha elaborado un informe demoledor sobre la falta de ayuda a la institución familiar en España.
Bajo el título "Documentos de la UE sobre la familia. Selección de textos", el estudio revela que España es el país de Europa que menos ayuda a las familias. Y ello, denuncian, a sabiendas de que "la Unión Europea ha instado a los distintos Estados miembros a que desarrollen políticas de cara a lograr un mayor apoyo a a la maternidad, la demografía, la perspectiva de familia, etc.", ya que en el ámbito europeo se reconoce que "la familia es el principal motor para salir de la crisis.
Nuestro país no destina ni siquiera el 1% de su PIB a las ayudas familiares, que en España, al contrario que en el resto de la Unión Europea, no son universales. Están limitadas a unas rentas tan bajas que, según concluye el IPF, nueve de cada diez familias no pueden beneficiarse de ellas.
Otro aspecto en el que España suspende es en el de las políticas de conciliación laboral y familiar. La baja por maternidad (16 semanas en España) está por debajo de las 18 semanas recomendadas por la OIT- mientras que la de paternidad es de tan sólo dos semanas.
Denuncia el Instituto de Política Familiar que muchas mujeres son discriminadas en sus trabajos "por el mero hecho de ejercer su derecho a ser madres". El documento recoge la preocupación en Europa al respecto. Así, en el Informe sobre el Plan de trabajo para la igualdad entre las mujeres y los hombres 2006-2010 (A6-0033/2007). Pp.9 se pide a los Estados miembros y a los Estados adherentes que, en el marco de una "auditoría en pro de un mercado laboral respetuoso con la familia", alienten a las empresas a que apliquen una política de personal orientada a la familia.
También, en el mismo documento, desde Bruselas se recomienda la adopción de políticas fiscales que no discriminen a la familia y no perjudiquen a las familias en función de su dimensión. A su vez se denuncia la necesidad de crear subsidios específicos en todos los Estados miembros y los Estados adherentes, en particular para los casos de hijos con discapacidad, familias numerosas o nacimientos múltiples. Según denuncia el Instituto de Política Familiar las ayudas a las familias con necesidades especiales son tan bajas que apenas se las puede considerar una verdadera ayuda.