La Policía le había detenido, pero la turba incontrolada irrumpió en la comisaría, amenazaron a los agentes y se lo llevaronInquietantes noticias las que llegan de Pakistán. Un hombre acusado de blasfemia ha sido quemado por una masa de gente en la ciudad de Bahawalpur, en la provincia de Punjab, Este de Pakistán, país con un 94% de musulmanes. Al parecer, el ciudadano asesinado había quemado, a su vez, un ejemplar del Corán.
La Policía le había detenido, pero la turba incontrolada irrumpió en la comisaría, amenazaron a los agentes y se llevaron a esa persona. Hay que decir también que la Policía intentó evitar el asesinato: "Nos han pedido que le matemos delante de ellos, advirtiéndonos de que, en caso contrario, se lo llevarían y lo matarían ellos mismos", ha explicado el inspector policial, Ghulam Mohiuddin. Los agentes dispararon gases lacrimógenos para dispersar a la multitud, pero no lograron su objetivo.
Hay que recordar que Pakistán posee una ley de blasfemia que permite condenar a muerte a aquellos que insulten al Islam, aunque rara vez se ejecuta la pena. Y también conviene destacar que Pakistán es una potencia nuclear. Lo cual nos lleva a apuntar una hipótesis: ¿Se imaginan un Pakistán controlado por fanáticos como los que quemaron vivo a ese señor?
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com
La Policía le había detenido, pero la turba incontrolada irrumpió en la comisaría, amenazaron a los agentes y se llevaron a esa persona. Hay que decir también que la Policía intentó evitar el asesinato: "Nos han pedido que le matemos delante de ellos, advirtiéndonos de que, en caso contrario, se lo llevarían y lo matarían ellos mismos", ha explicado el inspector policial, Ghulam Mohiuddin. Los agentes dispararon gases lacrimógenos para dispersar a la multitud, pero no lograron su objetivo.
Hay que recordar que Pakistán posee una ley de blasfemia que permite condenar a muerte a aquellos que insulten al Islam, aunque rara vez se ejecuta la pena. Y también conviene destacar que Pakistán es una potencia nuclear. Lo cual nos lleva a apuntar una hipótesis: ¿Se imaginan un Pakistán controlado por fanáticos como los que quemaron vivo a ese señor?
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com