En la SER también hablaban sobre la recusación para participar en las decisiones sobre la constitucionalidad del estatuto catalán del magistrado del Tribunal Constitucional, Pérez Tremps, porque elaboró un informe sobre ese estatuto para la Generalitat a cambio de 6.000 euros. Carlos Elordi cree que el TC está politizado porque en la época de Aznar, se nombró a algún magistrado para que representara las tesis del PP. Para otro tertuliano, la recusación no tiene ni siquiera que ser planteada. 

 

José María Ridau comentaba que damos todos por descontado que el TC se rige por mayorías, no por cuestiones jurídicas. Se juzga una cuestión en un tribunal y automáticamente pasa al pleno, donde hay otra mayoría (se refería a la reciente decisión del pleno de la sala de lo penal de dejar en prisión al etarra De Juana Chaos porque uno de los jueces se movió para que así fuera y no tomasen la decisión por su trascendencia social sólo los jueces encargados). Esto es demasiado escandaloso. Por supuesto que se tiene en cuenta la orientación de un magistrado para la designación de un cargo. Esto pasa en casi todas partes. Otra cosa es cuando se llega al extremo de aquí.