Somos geniales. Los británicos vendieron sus aeropuertos a Ferrovial por una pasta gansa. Luego, obtenido el pago, acusaron a la constructora española de atentar contra la libre competencia.
Los alemanes obligaron a la Telefónica de Villalonga a pagar una pasta gansa por una licencia en su país y luego le frieron a normas que impedían su desarrollo. Perdieron hasta la camisa.
Franceses e italianos son más prácticos: simplemente, mantienen sus empresa estratégicas en manos del Estado y así nadie puede oparlas. Recuerden que hasta Danone fue considerada por el Eliseo una empresa "estratégica" cuando los norteamericanos quisieron adquirirla.
Ahora, con la crisis bursátil, las empresas españolas están a tiro de OPA.
Como no son públicas, cualquier multinacional alemana, británica, francesa o italiana podría lanzarse a a conquistar una serie de empresas presentes en el muy goloso, aunque complicado, mercado hispanoamericano.
Y como nos hemos cargado las cajas de ahorros, las grandes defensoras de la españolidad de nuestras empresas…
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com