El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, se convirtió en la estrella de la entrega del Gan Premio de Italia de Fórmula 1. Botín no se colocó como los otros "entregantes" de trofeos, sino justo delante del patrón de McLaren, Ron Dennis. Y no tapó la segundo clasificado, Lewis Hamilton, porque estaba subido en un podio y don Emilio tampoco es tan alto. Por si fuera poco, don Emilio, patrocinador oficial de los dos pilotos de McLaren, impone siempre el mismo juego: Si gana Fernando Alonso, aparece el piloto asturiano, el bueno en toda la prensa, pero si quien vence es su artero adversario, Lewis Hamilton, entonces es el británico quien anuncia al Santander.
El domingo ganó Alonso, pero puede ser sancionado el jueves por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) por el caso del presunto espionaje a Ferrari. Conclusión: en la prensa española del lunes, el Santander publicitó a ambos, Alonso y Hamilton, bajo el título: "Juntos en lo más alto".
Que no es donde estaba Botín, porque los organizadores fueron tan desconsiderados que no le permitieron subir al podio. Pague usted para esto.