La sorprendente habilidad de la vicepresidenta económica para alternar sus cargos públicos y su trabajo para el sector privado

En alguna ocasión Hispanidad ha incidido en el escaso bagaje profesional de los políticos fuera de la moqueta. No es éste el caso de Elena Salgado, que ha combinado sus facetas política y profesional sin ningún problema.

La actual vicepresidenta económica es ingeniera industrial, economista, master en Métodos Cuantitativos de Gestión y comenzó su carrera profesional en 1982 en el Instituto de la Pequeña y Mediana Empresa del Ministerio de Industria, bajo el mandato de Felipe González. Durante el felipismo, trabajó en política hasta que en 1996 Aznar ganó las elecciones. Por entonces Salgado llevaba cinco años como secretaria general de comunicaciones del Ministerio de Obras Públicas, cartera a cargo de José Borrell.

Desde su cargo político, Elena Salgado ocupó entre 1997 y 2002 el puesto de directora de Lenci, una empresa especializada en lobby industrial fundada en 1995 por el ex diputado del CDS José Ramón Caso. Lenci define así su misión: Lenci Consulting se ha especializado en relaciones estratégicas con gobierno. La Agencia tiene una amplia experiencia en industrias donde la regulación es clave en el desarrollo de su negocio (energía, salud y farmacia, etc.) y en sectores recientemente liberalizados como las telecomunicaciones, medios de comunicación y de tecnología. Es decir, después de su situación privilegiada desde el poder, que sin duda le facilitó un amplio conocimiento del sector, pasaba al ejercicio del lobby. De hecho, entre los clientes de Ketchum-Lenci se encuentran Nokia o Yoigo. Entre los servicios de Lenci, según figura en su página web, aparecen los siguientes:

-         Seguimiento y análisis de la actividad legislativa y ejecutiva

-         Desarrollo campañas de formación de la opinión pública y de los decisores políticos.

-         Mantenimiento de un contacto fluido con los principales decisores en las instituciones.

-         Asesoramiento sobre los métodos de acercamiento a los centros de poder

Esta última tiene gracia porque si alguien entendía bien lo del acercamiento a los centros del poder era la propia directora de Lenci, que incluso hoy en día anda bastante cercana al poder, bastante.

En 2002 Salgado fichó como consejera delegada de Vallehermoso Telecom, una empresa creada por Sacyr para entrar en el área de telefonía que Salgado tan bien conocía. A pesar de ello, Vallehermoso Telecom fue un fracaso y tuvo que cerrar en 2003. Salgado no perdió, se llevo una sustanciosa indemnización.

Con el regreso del PSOE a La Moncloa en 2004, Zapatero reclama los servicios del Salgado para llevar la cartera de Sanidad. Entonces se la criticó por desconocer el sector, cosa que no era cierta, puesto que los laboratorios Rocher y Almirall fueron clientes de Ketchum-Lenci ¿iba a tratar mal a quien le había pagado? Como ministra de Sanidad, Salgado fue abanderada contra el tabaco y contra el vino, pero no contra el otro gran demonio al que otros gobiernos se habían opuesto: las hamburguesas. Por cierto, McDonalds fue cliente de Ketchum.

De paso, como les informábamos el pasado 13 de abril, Elena Salgado puede estar incurriendo en incompatibilidad, ya que su pareja de hecho trabaja para un banco de inversión.