La educación mixta fue una imposición de hecho de los gobiernos socialistas de Felipe González que condicionaban la concesión del concierto a la imposición de la educación mixta. Con el consiguiente retraso jurídico el TS asegura que la educación diferenciada por sexos no implica discriminación y que no existe ninguna norma que prohíba el sostenimiento público de centros que la practiquen.
En cualquier caso la licitud de la educación diferenciada, avalada ahora por el Tribunal Supremo, no supone sino el primer paso en el giro que está dando el debate educativo en España. Así, la plataforma HazteOir ha lanzado una campaña en pro del cheque escolar que anularía todo el debate sobre financiación, dado que el dinero público para educación se otorgaría directamente a los padres que elegirían sin cortapisas el centro que desearan para sus hijos.