Modesto crecimiento del 7% en la división británica

El Santander, señala su consejero delegado, Alfredo Sáenz, está haciendo una verdadera revolución en el británico Abbey. De una especie de "caja de ahorros a la antigua usanza" a un banco moderno. El banco cántabro se encontró con una entidad biproducto y quiere transformarlo en un banco comercial para particulares y para empresas.

En el negocio hipotecario, la estrategia ha sido –explica Sáenz- "no obsesionarse en mantener la cuota del 9%". ¿Por qué? Sáenz señala que el negocio hipotecario británico tiene los márgenes "prietos". Vamos, que puedes llegar a perder rentabilidad, porque la cultura generalizada es de tipos fijos a dos o incluso cinco años. O sea, que en un escenario de subida de tipos, puedes llegar a palmar pasta. De ahí que Sáenz no se "obsesione" y busque un mercado que "podamos mantener con rentabilidad". Eso explica el modesto crecimiento del 7% que según Sáenz ha sido "buscado", en pro de la mejora de márgenes.

Más reformas. En la primavera de 2006 dieron un frenazo a los créditos personales a través de Internet de quienes no eran clientes del Abbey. En resumen, según Sáenz, lo que han hecho en la zona libra ha sido "quitar agua al vino" recortando la morosidad y mejorando la rentabilidad.

¿Cuál es el futuro? Sáenz observa una enorme oportunidad con las cuentas remuneradas en un entorno de subida de tipos. Y por otra parte, le gustaría entrar en banca mayorista y en el negocio de empresas. "Pero todo eso pasa por un buen sistema tecnológico; hoy no seríamos capaces de soportar un sistema de pagos". Así que Sáenz fía el futuro de Abbey a Partenon, responsable del desarrollo tecnológico de la filial británica. Hasta que llegue esa revolución tecnológica lo que toca es barrer y limpiar.