Al final, se reedita la batalla PRISA-Mediapro-La Sexta. Y el millonario Cebrián promete que PRISA aguantará hasta las generales de marzo. Otra batalla ligada: la guerra civil por el control de RTVE. Y mientras, Bono espera su oportunidad.
Cuando el pasado 2 de abril José Luis Rodríguez Zapatero presentó su renuncia a ser candidato del PSOE en las próximas generales no era consciente de cómo iba a alborotar el gallinero socialista. ¿O si lo era? El caso es que el PSOE está más roto que nunca, aunque, como siempre en la izquierda española, los trapos sucios se lavan en casa.
Ahora mismo, el principal objetivo de ZP es retirarse por la puerta grande -lo tiene complicado- y fastidiar al hombre que considera que le ha chantajeado para que se marche, que no es otro que su segundo, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Las encuestas que maneja el partido dan una ventaja de entre ocho y diez puntos al Partido Popular. Pocos son los que consideran que si la situación económica continúa en el pozo negro donde anda sumida, puede recuperar posiciones en 11 meses.
En cualquier caso, el regalo envenenado de las primarias aún haría perder más tiempo y abriría más heridas. Por eso, gente como el ministro Jáuregui aboga por un ticket presidencial Rubalcaba-Chacón. Pero Rubalcaba sabe que si él es el candidato a presidente y pierde todo el poder en el PSOE será para Chacón.
En pocas palabras, la pugna por la primogenitura es entre Rubalcaba y Chacón -dos expertos en economía como es sabido-. Ahora bien, lo que no podía sospechar doña Carme y su esposo, Miguel Barroso, mentor de La Sexta y ex secretario de Estado de Economía, era que Pepiño Blanco rompiera con Zapatero y con sus objetivos y se aliara con Rubalcaba. Eso es exactamente lo que ha pasado: que Pepiño ha entrado en el post-zapaterismo.
De este modo, se han creado dos bandos irreconciliables. ZP-Chacón-La Sexta frente a Rubalcaba-Blanco-PRISA. Cebrián -el millonario en acciones de una PRISA que da sus últimas bocanadas como grupo- promete a Rubalcaba que el Grupo mediático aguantará hasta marzo de 2012 en pié y que tendrá todo su apoyo contra el PP. Chacón, por su parte, se pega a Jaume Roures y José Miguel Contreras para, a través de La Sexta y de Público, lanzarla al estrellato. Ya saben, la primera mujer presidenta del Gobierno de España. El lobby feminista del PSOE, desde luego, le apoya.
Y existe una guerra civil añadida: la interna, en RTVE, donde Rubalcaba siempre ha contado con Miguel Ángel Sacaluga, frente a Alberto Oliart, siempre obediente, y que ya tiene las correspondientes instrucciones de Zapatero, al igual que el director de informativos de la TV pública, Fran Llorente.
¿Y Bono? Bono espera el final de la batalla. Si se necesita un pacificador, el presidente del Congreso, no lo duden, se sacrificará por la Patria.
En el entretanto, la economía continúa de mal en peor con todos los altos cargos de la Administración económica buscando una salida, como el secretario de Estado de Hacienda, dispuesto a blindarse en la Comisión Nacional de la Energía (CNE) o el de Telecomunicaciones, Bernardo Lorenzo, para presidir la CMT.
Miriam Prat
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