El presidente del CSIC, Rafael Rodrigo, cesó hace unas semanas a su responsable económico. La explicación oficial del centro es que había modos de trabajar diferentes. En la mañana de este miércoles, Rodrigo comparecía en el Foro Innova y le preguntaban sobre el particular. Su respuesta lo aclara todo. Fue cesado por falta de confianza, y punto. Aclarado.
Lo que no ha dejado tan claro son los problemas financieros del CSIC. Ha dedicado muchos preciosos minutos a contarnos historias de éxito, casi como cuentos de Navidad. Pero no ha respondido al agujero existente en el CSIC como consecuencia de la ausencia de la firma de un convenio con Hacienda. Convenio imprescindible ahora que el CSIC ha cambiado su formato legal. Rodrigo sale por peteneras y responde que están a punto de cerrar un convenio con Hacienda para que estén exentos del IVA como lo están las universidades y que espera que se pueda cerrar este año.
Por lo demás, todo un ejemplo de 'zapaterismo'. Se pregunta por qué los científicos no tienen más espíritu empresarial y por qué los empresarios no tienen más inquietud científica. La respuesta de la ausencia de tradición no le resulta satisfactoria porque, señala, España tampoco tenía tradición de país turístico o de líder en transplantes de órganos. ¿Entonces, cuál es la respuesta? No lo sé. Todo un científico Zapatero: se hace preguntas sin encontrar respuestas. Eso sí, reclama más fondos.
Andrés Velázquez
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