Lo peor de los conversos, es que siempre son más beligerantes que las camisas viejas. Y Rosell tiene fama de facha en Cataluña, además de ser conocida su militancia en el PP. Pero los tiempos han cambiado, muchacho. Y ahora toca agiornarse, sobre todo después de que finalmente se ha optado por la reedición del tripartito.
Así que Rosell se permite calificar a Montilla de buen gestor, señala que ERC y Carod están consolidándose y pide un período de gracia para el nuevo tripartito. ¿Quién te ha visto y quien te ve, Joan?