Como en los viejos tiempos, con una tasa del 11%, España encabeza el 'ranking' europeo de desempleo, sólo que ahora en una Unión Europea ampliada a 27 países. Consenso en Europa: España es el país que peor afronta la crisis y su maldición continúa siendo la misma de siempre: para crear empleo, necesita crecer por encima del 3%. ZP ha vivido una primera legislatura "de dulce", pero la crisis ha demostrado que es un desastre. En Europa sigue dándose la paradoja de la crisis 2007: los que más sufren son los ricos... y los españoles

En cualquier país europeo en el que el paro pasara del 8,2 al 11% en doce meses, con el consiguiente récord, a la cabeza de los 27 miembros de la UE, en el que el paro juvenil rozará el 25%, frente a una media UE del 14,5, con la peor balanza comercial de todo el continente, lo que presagia más paro, y con un industria en desmontaje y un sector primario abandonado, la oposición hubiera planteado una moción de censura al presidente del Gobierno por su desastrosa política económica. Porque la situación requiere cambios de rumbo drásticos, y todo el mundo tiene claro que el actual equipo económico es incapaz de ejecutarlos: no sabe hacerlo.

La maldición atávica de España renace: la economía necesita crecer al 3% -algo impensable en el momento presente- para crear empleo, mientras el deterioro creciente de la balanza de pagos augura nuevos aumentos del desempleo. Un desempleo, por lo demás, especialmente nocivo: por vez primera en ocho años, aumenta el paro en el comercio, precisamente el paro menos cualificado y el más difícil de recolocar y tiembla el mundo sindical ante el desastre que se columbra en el sector automoción.

Frente a ese desastre, la actitud tancredista del hombre que ganó las elecciones hace tan sólo cinco meses resulta, sencillamente patética.

De hecho, el desprestigio internacional de Zapatero y su política económica no puede haber caído más bajo. Simplemente, ZP es hoy un 'bluf' tanto en Washington como en Bruselas. Sin embargo, utiliza su control mediático para creara prioridades informativas, como la ley de memoria histórica -que ahora se intenta revivir-, la anticatólica ley sobre libertad religiosa o la aplicación forzosa en todo el territorio de la asignatura Educación para la Ciudadanía. Si quieres desviar la atención del electorado sobre el bolsillo, hazlo que el español medio reclama con más ganas: darle una toba al cura.

El consenso en el mundo económico europeo es claro y las cifras lo apuntalan: los españoles son las que más duramente van a sufrir la crisis actual, donde se sigue dando la paradoja de que los rico están más afectados que los pobres. Por ejemplo, en la Europa de los 27 la tasa de paro es del 6,8%, que asciende al 7,1% en Eurolandia, y eso a pesar del tremendo paro que provocó la caída del comunismo.

Y es que la actual crisis es una crisis provocada por la especulación en los mercado financieros, convertidos en verdaderos casinos, con la diferencia de que las bolsas resultan ingobernables. Por lo que hay que deducir que la "desaceleración acelerada" en la que estamos inmersos la sufren los ricos... y los españoles.

Las cifras de paro en Europa con las que se cierra el verano demuestran el fracaso de Rodríguez Zapatero, un político que no sólo ha vuelto a la guerra fría entre las dos españas sino que, en cuanto ha tenido que mostrar lo que vale frente a una crisis económica ha fracasado.