Fuentes gubernamentales aseguran que Prodi y Zapatero firmaron en Ibiza una alianza mediterránea. Como si se tratara del 11-M, el ministro de Industria utilizó la SER para hablar de una "solución española", sólo que con socio italiano: el arco mediterráneo contra la alemana E.ON, una vez que Prodi ha logrado revalidar como primer ministro
El presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, no se lo podía creer. Cuando daba cuenta de los resultados de la petrolera una periodista le preguntaba por las declaraciones del ministro de Industria y Energía, Joan Clos, quien de repente, giraba 180 grados, dejaba de ser liberal en el desayuno y hablaba de una "solución española" para Endesa, justo cuando hasta los más recalcitrantes ponían a Endesa en manos de E.ON. Brufau dijo desconocer tales declaraciones y se negó a expresar opinión alguna. No es de extrañar, porque en las sedes de las presuntas soluciones españolas, en Acciona y Caja Madrid, estaban tan fuera de juego como Brufau.
¿Qué había ocurrido? ¿Había enloquecido el Sr. Ministro?
De entrada, según fuentes gubernamentales, Clos sabía muy bien lo que decía. Sólo que él estaba hablando de una solución española con aditamento italiano. Recuerden que el gigante estatal italiano ENEL ya se personó en su día en el Ministerio de Industria pidiendo tomar parte en la toma de Endesa junto a Gas Natural. Es pública, sí, pero iría de la mano de un socio español. Son esas mismas fuentes las que hablan del Pacto de Ibiza. En pocas palabras, España franquearía a ENEL la entrada en Endesa mientras los italianos permitirían a Telefónica hacerse con Telecom Italia, ambas cosas de forma gradual en el tiempo. El arco mediterráneo que se rebela contra Alemania, el gigante del norte, que pretende repartirse con Francia el Top Ten empresarial de la UE.
Y otra vez se ha empleado la SER; como si se tratara del 11-M. Si Clos ha dicho lo que ha dicho es porque el Pacto de Ibiza estaba pendiente de que uno de los firmantes, Prodi, revalidara como primer ministro.
Así se hace Europa, con repartos de poder que afectan al dinero de los demás. El problema es que los demás, es decir, los propietarios, a lo mejor se enfadan.