El periódico MK, en ruso, pueden ustedes comprarlo en cualquier kiosco del centro de Madrid. Nada de rojerío marxistoide (¡Ojalá!). La patria de don José Stalin ya no está por la revolución del proletariado sino por la dictadura del capitalismo mafioso. Incluso, en el mismo número defienden con ahínco al "periodista liberal" Federico Jiménez Losantos, víctimas de los ataques de siempre, los de la izquierda lamentable. ¡Pobre Fede!

Pues bien, una vez conversos a la libertad de mercado, MK no se conforma con las habituales secciones de contacto, es decir, prostitución, sino que se dedica a captar nuevas profesionales. Observen el anuncio que alguien se ha tomado la molestia de traducir. Angello -no me gustan los proxenetas, pero les agradecería que, dado que se dedican al negocio de la carne, al menos no fueran tan horteras- invita a señoritas de hasta 30 años -el "hasta" resulta especialmente relevante, especialmente cuando no hay "desde"- a llamar a un teléfono para trabajar en Angello, un local de Valencia y es importante, miren por dónde, que sean rubias. También se valora que sepan bailar. ¿Función? Servicios al 100 por 100. Por si no ha quedado claro en que consisten los servicios al 100 por 100, a renglón seguido se especifica que también se necesitan bar-womans, pero en este caso no hace falta que sean rubias porque se añade "no sexo". Y es que la mente rusa es abierta y franca, coriácea, muy taxativa.

Nada dice de peso, lo que me deja muy tranquilo. Se ofrecen 90 euros -supongo que por día de trabajo, pero no lo tengo claro- más el 50% del importe de las consumiciones y vivienda  compartida con derecho a baño (así las tienen más trincadas). Si saben ruso, mejor, pero no es necesario: su función no consiste en hablar.

Seguramente por falta de tiempo, o porque no saben ruso, la vicepresidenta del Gobierno, doña Teresa Fernández de la Vega, jefona del ‘lobby' feminista español, no ha tenido tiempo de enviar a la Guardia Civil a Angello a MK, porque una cosa es que la prensa española se haya convertido en catálogo de la prostitución, y otra bien distinta que se convierta en un banderín de enganche para prostituir a jóvenes... de hasta 30 años, es decir, para crear un mercado de esclavos. Mal está el catálogo, que es a lo que se dedica toda la muy seria prensa española, siendo El País, tan feminista, el periódico español que más ingresos obtiene de la venta de carne humana, pero crear un mercado de captación de mujeres, una verdadera trata, publicitado en medios informativos... me parece exagerado.

La prostitución se ha convertido en el nuevo mercado de esclavos. La solución que se plantea es brillante: legalizar la prostitución. O eso, o mirar hacia otro lado, que es lo que hacemos justamente ahora. Cualquier cosa menos comenzar la casa por los cimientos: recalcando, a ser posible a voces, que la prostitución constituye una aberración porque sexo y compromiso no se pueden separar y porque el sexo banal nos lleva donde estamos: ¿O es que nos gusta?

PD: Nota para el fiscal para dirigirse a los responsables.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com