ETA no tuvo nada que ver con la masacre del 11 de marzo de 2004. El atentado fue obra de una célula islámica local ligada ideológicamente a Al Qaeda, Y esa célula tiene nombre: Grupo Combatiente Marroquí, aunque no evoca algo local y, además, puede no decir nada.
Lo más importante es que el juez Juan del Olmo es que su instrucción ratifica, en sus puntos clave lo que podríamos llamar la versión oficial, especialmente querida por el PSOE, pues le llevó a La Moncloa, y reprobada por el Partido Popular, ganador en las encuestas y perdedor en las urnas.
Veamos: Del Olmo asegura que ETA no tuvo nada que ver con la masacre, y que los suicidados en Leganés fueron quienes, junto a otros dos islamistas colocaron 10 bombas en los trenes se bajaran antes de que estallaran.
El minero Suárez Tashorras que facilitó los expolios es el que se arriesga a una pena más grande.
Periódicos, libros y el propio Partido Popular han remachado los puntos débiles de la versión oficial: por qué se suicidaron días después de las bombas, y no se suicidaron con las bombas, entre ellos.