El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes el relevo del Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra. El general José Antonio García González pasará a la reserva y será sustituido por el hasta ahora director general de armamento, Carlos Villar, nacido en San Sebastián.
La vicepresidenta De la Vega ha insistido hasta en tres ocasiones a que el relevo obedece a la estrategia de integración internacional y europea del ejército español para la que el General Villar ofrece mejor perfil. No obstante, posteriormente reconoce que se trata de un cambio por motivos de confianza: hay un nuevo ministro y siempre hay pequeños ajustes. ¿Existe alguna relación con la mala gestión del caso Mena? No sigáis por ahí, porque no hay nada en ese sentido, insiste la vicepresidenta que preguntada por el encaje del resto de la cúpula militar responde no existe previsión de ningún tipo de cambio. De momento, claro.
¿Cómo valora el gobierno que en dos años haya habido dos relevos en la cúpula militar?, insiste otra periodista El Gobierno no valora nada; no hay nada que valorar, se han producido dos cambios por motivos de perfil y de verdad que no hay nada más. Vale, aceptamos pulpo como animal de compañía. Porque mientras que el general García González pasa a la reserva el también general Carlos Gómez Arruche también destituido como director general de la guardia Civil- pasa a convertirse en el nuevo Jefe del Mando Aéreo. Y no sólo eso sino que tanto Rubalcaba como Alonso le han dedicado sendos elogios en reconocimiento a su profesionalidad y lealtad. Igualito que al Jefe del Estado Mayor del Ejército.
Y es que los ruidos de sables son muchos y el malestar en la milicia abultada. Así que la disciplina se impone con rigor. La aprobación del Estatut catalán y el humillante proceso de paz es demasiado para unos profesionales de las armas que han jurado defender la unidad de España. Eso parece.