Cándido Conde-Pumpido, el amigo de Pepiño Blanco, el FGE más sectario de la democracia se va antes de que le eche el PP

 

José Blanco ha concedido hoy su última rueda de prensa como portavoz del Gobierno, tras el consejo de ministros. En ella ha anunciado dos noticias de índole penal muy variadas: el indulto a Miguel Montes Neiro, el preso más antiguo de España sin delitos de sangre y el cese de Cándido Conde-Pumpido, su gran amigo, el fiscal General del Estado, el hombre que se inhibió por su extraordinaria relación personal con el Ministro de fomento en el 'Caso Campeón'.

A todas luces es evidente que el fiscal más sectario de la historia de la democracia, capaz de bailar una muñeira sobre la tumba de Montesquieu, ha pedido al Gobierno su cese para ahorrarse el mal trago de ser cesado cuando llegue al poder el PP. De esta forma, el PSOE salva la cara, o cree que la salva, y él también.

Pero no deja de tener miga el asunto. En el fondo se está echando tierra encima sobre la moralidad del señor Cándido, su nombre propio, que evocaba la blancura de los famosos cochinillos segovianos, nos trae ahora imágenes subliminales mucho más oscuras. Los famosos restauradores segovianos deberían haberle demandado. Todo este asunto es muy extraño. ¿Por qué el PSOE no cesa al Presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores? ¿O al de Renfe?

Sara Olivo

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