Ha coincidido con la petición de Benedicto XVI en la Semana Social de los católicos italianos.
Mientras algunos políticos se llaman a sí mismo católicos, pero no son capaces de asumir su condición en la toma de decisiones políticas, otros lo hacen y además luego invitan a seguir el ejemplo.
Es el caso de Joaquín Montero, el que fuera el alcalde socialista del pueblo de Paradas, en Sevilla, que salió a la luz pública en la última manifestación en favor de la vida, pero además por dejar su cargo de concejal en el ayuntamiento de su pueblo tras la aprobación de la Ley Aído que había propuesto su partido.
En la clausura de los IV Premios Académicos Raigadas de Huéscar, en Granada, habló de la primacía de la conciencia para todos los políticos, pero de manera especial, los católicos. Y en este sentido, pidió también que Rajoy defina la postura del PP ante la Ley Aído, para no tener engañados a los votantes católicos.
Esta línea de pensamiento concuerda totalmente con la manifestada hace apenas unos días por el mismo Papa Benedicto XVI, cuando en la Semana Social de los católicos italianos, pidió políticos católicos sin complejo de inferioridad.
Es una pena que no sean todos los católicos quienes soliciten a sus representantes políticos su postura en estos temas. Pero mientras no se haga, serán los aspectos económicos los que primen, sin importar las personas.
Andrés Velázquez
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