Invirtió 2,5 millones para intentar cambiar el voto en Colorado a favor del homomonio

Se llama Tim Gill y a su bolsillo va a parar el dinero de las licencias de uno de los más famosos programas de maquetación, QuarkXPress. Bueno, iba, porque ahora ya ha dado el pase y se dedica a la filantropía -o a lo que él llame filantropía- como un Bill Gates cualquiera. 
Y, aunque no da la cara, de su bolsillo salieron 2,5 de los 4,2 millones de dólares que el lobby rosa gastó en su campaña para equiparar las uniones homosexuales al matrimonio en Colorado (Estados Unidos), donde vive Gill. De momento, no ha servido de mucho porque los votantes rechazaron la embestida. Si en otros países el homomonio se ha introducido (con perdón) por la vía legislativa o judicial, en Estados Unidos, fiel al espíritu democrático, han optado por el referéndum: hasta el momento, 7 de las 8 consultas han decidido que el matrimonio está formado exclusivamente por un hombre y una mujer, como cuenta Forum Libertas.

No es la única causa a la que el multimillonario gay destina sus ingresos. A través de la Gill Foundation, en 2001 el accionista mayoritario de Quark patrocinó por ejemplo a un olímpico cuyos méritos eran… ser gay. Tim Gill ha pretendido cambiar la orientación del voto de los estadounidenses poniendo su chequera al servicio de los candidatos abortistas en las distintas elecciones en Estados Unidos y colabora con el laicismo anticristiano de la ACLU.