El secretario general de Energía, Antonio Fernández Segura, ha conseguido enfadar a todo el sector eléctrico al mismo tiempo. Ni a Iberdrola le ha gustado su afirmación de que la revisión del método para fijar la tarifa debería esperar a que se decida la OPA de Gas Natural (GN) sobre Endesa. Eso no sólo fastidia a Endesa, dado que el accionista topará con un factor de incertidumbre para valorar si acude o no a la OPA, sino que también fastidia a Iberdrola, que apoya la OPA pero que no quiere que se retrase más ni el déficit de tarifa acumulado ni la nueva metodología por la que se fijará la tarifa futura.
De hecho, todo el sector está resentido contra lo que ya se conoce en las eléctrica como el Club de los Cuatro, es decir, el formado por los siguientes personajes que arropan a Fernández Segura: Alberto Carbajo, de Red Eléctrica, Jorge Fabra, consejero de la CNE e Ignacio Pérez Arriaga, autor del Libro Blanco de la Energía. En el sector consideran que forman un equipo tremendamente intervencionista, errático y un poco vaguete: retrasos en la fijación de tarifas, cambio en la valoración de la energía eólica tras haber apostado claramente por ella, falta de claridad en el reconocimiento del déficit, etc.