Los resultados del primer semestre consolidan a BBVA como el banco más rentable de España. Sólo Caixabank y Popular se le comparan aunque es cierto que, al revés que estas dos entidades, Francisco González cuenta con la aportación de México (que no del resto de su más bien fracasada estrategia internacional) para aportar capacidad de generación de recursos.
México supone el 30% del beneficio del banco frente al 31% de España. La diferencia es de tan solo 11 millones de euros y Ángel Cano, consejero delegado de BBVA, da por sentado que el país azteca se convertirá en el primero en aportación de beneficio el próximo trimestre.
En España destaca la buena labor de Juan Asúa, convertido hoy en el mejor coordinador de redes de la banca española.
Todo ello por comparación. Lo cierto es que la banca española atraviesa su peor momento en este 2011, desde que comenzara la crisis. Así, el margen de intereses de BBVA también se deteriora pero menos que su competencia: un 8%, mientras el beneficio lo hace en un 7,5%. El deterioro de la cartera de créditos se va frenando.
Pero todo ello con cargo al accionista. Lo preocupante en el BBVA es la caída del beneficio por acción (casi un 20%) y del ROE (casi un 30%) a pesar de que la rentabilidad de los activos (ROA) sólo lo hace en un 5%. Está claro que el reforzamiento de los requerimientos de capital está perjudicando a los accionistas antiguos. A cambio, el BBVA reduce su apalancamiento.
No crecen los préstamos e intentan, como todos, ir cubriendo su financiación con depósitos (que crecen tres veces lo que los préstamos), porque los mercados están cerrados.
La morosidad se mantiene controlada en torno al 4%, sin que haya variado en el último año. Son conscientes de que la tasa del sistema no ha tocado techo y que eso afecta al banco, por lo que por el momento juegan a mantenerla en lugar de bajarla, realizando una "gestión conservadora".
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com