Sr. Director:
El PSOE de 2008 es partidario de una ley de plazos en el aborto y considera que la colaboración del Estado con la Iglesia católica que aparece en nuestra Constitución es algo del pasado, era unas impresiones expresadas por un socialista al iniciase el último congreso de este partido.
En nombre de un sentimentalismo vago (somos gente sensible, ha dicho Zapatero) reivindica con obstinación el matrimonio entre personas del mismo sexo y el mal llamado proceso de paz.
Las cosas se ponen difíciles y el presidente del Gobierno, en lugar de recomponer la unidad para hacer frente a los tiempos de sacrificio, pisa el acelerador de la destrucción de lo humano. Pienso que, por muy de izquierdas que se sea, no es este el camino.
Jesús D Mez Madrid
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