El día 23 se pronunciará el Tribunal de Edimburgo y se marchará el Ceo de Scottish, Phillip Powman
Ignacio S. Galán ha celebrado con un formidable gripazo primaveral, las últimas horas de la fusión-absorción de la eléctrica británica Scottish Power. El calendario es como sigue: el 23 de abril el Tribunal de Edimburgo dictaminará –y se espera sentencia positiva. Que no ha habido discriminación de los pequeños accionistas, una sabia exigencia británica que bien podríamos importar por estos predios. El día 24 se producirá la dimisión del primer ejecutivo de Scottish, Philip Powman y el 25 comenzará a cotizar la nueva Iberdrola, que se supone rozará los 50.000 millones de euros, de ellos unos 32.000 correspondientes a Iberdrola y otros 17.500 –más, menos- responsabilidad de Scottish.
Se nombrará un CEO hasta octubre, cuando se presente el plan estratégico de Iberdrola-Scottish y el nuevo organigrama directivo.
A partir de ahí, Florentino Pérez tendrá que decidir qué hace con su participación en Iberdrola, que en ese momento se habrá reducido a –más, menos- el 10%. Y también con Fenosa, aunque está claro que, al menos hasta las elecciones municipales y autonómicas del 27 de mayo, no se modificará la normativa que impide la unión de las dos empresa en las que ACS es el principal accionista: Iberdrola y Fenosa.