Según un estudio, el 17 % de los adolescentes españoles consume pornografía a través de la red y el 6% recibe material pornográfico de sus compañeros.
Además, el 22 % de los menores tiene contacto virtual con extraños. Con estos datos por delante no es de extrañar que las cifras de adolescentes españoles que consideran justificado el uso de la violencia para obtener sus propios fines (55%) y el de aquellos que consumen contenidos "violentos" a través de internet sean tan elevados.
Por todo ello, el Ceo de la ONG Intermedia Consulting, Reynaldo Rivera, ha señalado la necesidad de romper con algunos 'clichés' respecto a la concepción que habitualmente se tiene de los "nativos de internet". En este sentido, ha señalado que no todos los adolescentes utilizan internet de igual modo ni consumen el mismo tipo de contenidos.
Así, Rivera ha matizado que podría haber cuatro diferentes patrones del comportamiento de los menores en internet entre los que destacan dos grupos mayoritarios. El primero, del que forma parte el 39% de los adolescentes, lo forman menores insertados en la sociedad, en la familia y entre sus amigos de forma positiva, tiene un porcentaje alto de supervisión y orientación parental y suelen tener creencias y prácticas religiosas.
Este grupo presenta un nivel bajo de valores y un consumo bajo de contenidos violentos. Además, tiene una baja disposición hacia adoptar conductas relacionadas con el 'Bullying.'
En el otro extremo, hay un grupo (31% de los adolescentes) que se caracteriza por una mayor aceptación de actitudes y comportamientos violentos y que, por lo general, no tiene ningún tipo de control parental sobre los contenidos que consume en la red y que habitualmente se relaciona con "amistades peligrosas", según ha indicado Rivera.
Así, cabe subrayar que se debe romper con la idea de que las redes sociales e internet "no son la causa de la violencia" y se puede asegurar que "cualquier persona que es atacada en las redes sociales ha sido atacada antes en el colegio o en su barrio".
Por ello, se debe recomendar que las campañas de prevención de violencia en la red no vayan orientadas a "alertar sobre los riesgos" de internet sino a "fomentar las relaciones".
Pedro García