Sr. Director:
Me considero un buen aficionado al fútbol, pero de entre los clubes españoles hay uno del que no soy simpatizante, una de las razones, tal vez la más importante, por la que no soy seguidor del FC Barcelona es por que hay muchos catalanes, algunas veces la misma directiva, que confunden este respetable club de fútbol con Cataluña, más respetable aún.
Precisamente por eso la COPE es crítica con determinadas formas de hacer y concebir la política en Cataluña. Cuestionar el laicismo de determinadas leyes, preguntarse por la exclusión que generan determinadas políticas lingüísticas, fiscalizar las acciones de los cargos que conforman el Ejecutivo catalán, defender la libertad religiosa y educativa frente a un modelo estatalista o criticar el nacionalismo excluyente, no puede considerase de ningún modo un ataque a Cataluña, sino un servicio al pluralismo social, a la libertad y a la presencia cristiana en un entorno cada vez más dominado por el relativismo.
Otra cosa es la descalificación de personajes que, principalmente Losantos, hacen de algunos políticos y a veces de Cataluña como comunidad en la que se dan estas situaciones, descalificaciones que considero reprobables.
Una cosa es criticar unas políticas y otra degradar a las personas o a las comunidades. Es así que de la misma manera que se debe diferenciar entre el Barça y Cataluña, se debería hacerlo de Cataluña y la actuación de los políticos catalanes en el poder.
De la misma manera creo se debe diferenciar la línea editorial de un medio del mal uso que pueda hacer algún director de programa.
Xus D. Madrid
xusdomar@gmail.com