Durante el pasado verano, cuando todavía no se conocía a quién señalaría Aznar como su sucesor, en el seno del PP se hizo famosa la expresión "consenso Rajoy". Se quería decir con ello que Rajoy era el personaje que menos ampollas levantaba. Es decir, quizá no era el favorito de nadie, pero tampoco espantaba a nadie en el seno del partido.  

Y, por eso, fue el elegido. No era el más brillante, pero tampoco el más tonto, no era el más comprometido, pero los había más 'light'; no era el más candidato más sensible a los buscadores de escándalos y no agredía más de lo estrictamente necesario a sus adversario políticos.

Pues bien, ahora por distinto motivos, también se está creando otro consenso en el seno del PP: Rodrigo Rato debe seguir dirigiendo la política económica. La verdad es que los datos avalan los ocho años de Rato al frente del timón económico. Mientras España crece al 2,3%, la Unión Europea lo hace al 0,7% y la zona euro al 0,4%. Y no sólo eso, sino que la semana se cerraba con otra buena noticia para Rato: en enero la inflación se reducía hasta el 2,3%, por lo que España tiende a aproximarse a Europa. 

Eso sí, Rato va a exigir que Mariano Rajoy le pida seguir al frente de la economía y al gallego, no lo olvidemos, no le agrada pedir favores.