Tras afirmar en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que esperaba que la mano tendida por el Presidente del Gobierno fuese estrechada por la oposición, la vicepresidenta del Gobierno español, Teresa Fernández de la Vega, calificó la actitud de los populares de tenebrosa (término con el que ya descalificó a los curas y a los jueces) y obsesionada con el proetarra Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV). El Gobierno insiste en que la ilegalización de la organización clónica de Batasuna no es una cuestión política, sino de legalidad.
El Debate sobre el Estado de la Nación sigue copando la actualidad política. En la mañana del viernes, el líder de la oposición, Mariano Rajoy, volvía a insistir en que el Gobierno ha traicionado a los muertos y anuncia que si el PSOE quiere contar con su colaboración, deberá de apoyar la enmienda de ilegalización del PCTV. De la Vega responde que no pueden apoyar algo que descansa en la Abogacía del Estado y en la Fiscalía, aunque se entiende mal que tras los informes de la Policía y de la Guardia civil, la independiente Abogacía del Estado no encuentre hecho jurídico: Se trata de un juicio de legalidad, no de oportunidad política, sentencia De la Vega.
En todo caso, PSOE y PP deberían de saber que existe una posibilidad contemplada en la Ley de Partidos que consiste en que sea el Senado quien proponga al Gobierno el inicio del procedimiento de impugnación de una candidatura, cuya decisión, en todo caso, será tomada por los órganos jurisdiccionales.
La Vicepresidenta ha hecho un llamado a la razonabilidad de la oposición y se muestra convencida de que tarde o temprano regresarán al consenso, porque no existe alternativa. De la Vega afirma sentirse menos optimista antropológicamente que el Presidente pero, en todo caso, confía en que esa razonabilidad permita reconducir el debate y alcanzar el consenso.
En cuanto a las reformas estatutarias, vuelve a insistir en que el Gobierno va a buscar el acuerdo y el consenso, pero recuerda que hay procesos de reforma en todas las CCAA y que no será el Gobierno quien limite la voluntad de los ciudadanos. Quien debe de gobernar es la ciudadanía, no el Sr. Rajoy, señala en los pasillos. Y es que De la Vega se compromete a no entorpecer las reformas estatutarias vengan de donde vengan, en clara referencia a las reformas emprendidas en comunidades gobernadas por el PP. El único límite, señala la vicepresidenta respondiendo a Rajoy, es la Constitución. El consenso ya se ha logrado en esta legislatura, incluido el PP cuando rechazamos el plan Ibarretxe, señala De la Vega. El Gobierno, señala la vicepresidenta, trabaja en el mayor consenso posible para que los nuevos estatutos resuelvan mejor los problemas de los ciudadanos.
En cualquier caso, oficialmente el Gobierno Zapatero está dispuesto a pactar con un partido "tenebroso", todo sea por el bien de la nación. Pero empieza a resultar curioso el doble discurso de la número dos del Ejecutivo española: el discurso de antes y el de después de apagarse las cámaras de TV y los magnetofones.