Sr. Director: Me  pregunto si los madrileños son realmente conscientes del peligro  que corrieron el 27 de mayo y de la que se han librado tras aupar a la reválida tanto a Esperanza Aguirre como a Alberto Ruiz Gallardón. No sé si los madrileños llegan a darse cuenta de la realidad. Lo cierto es que si los socialistas hubiesen ganado en Madrid los abortos habrían sido financiados, mediante concierto económico, por la Consejería de Sanidad de la Comunidad, apareciendo restos de fetos despedazados en los contenedores de basura. La misma Consejería habría financiado (¡con 18.000 euros nada menos!) el cambio de sexo. El alcalde de Madrid, de haber ganado los socialistas, se prestaría gustoso a celebrar bodas entre homosexuales en el Salón de Plenos del Ayuntamiento; financiaría copiosamente la marcha del orgullo gay, e incluso celebraría con alborozo la elección de su ciudad como sede de la Europride, o sea la marcha pero a lo grande, a nivel europeo. Regido por los socialistas, el Ayuntamiento habría financiado las campañas de asociaciones dedicadas a la divulgación y promoción de la homosexualidad; habría repartido, de forma gratuita y sin el consentimiento paterno, la Píldora del día después (PDD) a niñas a partir de los trece años. Si los socialistas hubiesen ganado en Madrid, acercándose las fechas de fin de año, hubiesen borrado cualquier connotación navideña en la decoración urbana, eliminado, además, el tradicional Nacimiento municipal de Madrid. Si hubiesen ganado los socialistas, el alcalde habría escogido a Joaquín Sabina para pronunciar el pregón de San Isidro y, para administrar la cultura, contaría con la colaboración de progres acreditados como Alicia Moreno. De haber ganado los socialistas, los teatros de titularidad municipal se cederían generosamente para la representación de obras de acreditados autores, tipo Pepe Rubianes; aquel que proclamó: "me cago en la puta España". Obras tan edificantes como "Me cago en D… ", de Iñigo Ramírez de Haro, contarían, sin duda, con el concurso de las ayudas públicas. Si el alcalde hubiese sido socialista, el ayuntamiento incluso habría financiado festivales pornográficos como "pornolab", donde se practican orgías en público. Si la presidencia de la Comunidad hubiese caído en manos socialistas, la Consejería de Sanidad habría subvencionado a entidades partidarias de la eutanasia, como la Asociación por el Derecho a Morir Dignamente y su máximo representante habría expuesto su voluntad de pactar con los independentistas del BNG… De todo esto se han librado los madrileños. Leo, sin embargo, que algún grupo minoritario, AES, insiste en que todo esto ya ha pasado y continuará ocurriendo en Madrid, pese a las sendas mayorías absolutas cosechadas por Alberto y Esperanza. ¡Ya son ganas de aguar la fiesta! A veces me pregunto: ¿Estas gentes pretenden que los abortos, que se producen en clínicas que tienen conciertos económicos firmados con la Comunidad, nos duelan del mismo modo que si en Madrid gobernara la izquierda? ¿Acaso esperan que los desfiles y carrozas del llamado "día del orgullo gay", subvencionados por Gallardón, nos indignen del mismo modo que si esto sucediera en una ciudad gobernada por el socialismo? Dionisio Rodríguez dionisiorguez@hotmail.com