Avanzamos hacia un régimen presidencialista

Zapatero parece tan deslumbrado ante Obama que quizás le haya cogido gusto al sistema presidencialista americano. Nuestro sistema es parlamentario. No impide que el presidente asuma competencias directamente. Pero Zapatero está siendo el presidente que más competencias está asumiendo. SE dotó de una Oficina Económica que nada tenía que ver con la Oficina Presupuestaria de Barea. Sebastián entonces ejerció de muñidor de operaciones empresariales, de ministro de Economía en la sombra. Javier Vallés ahora hará lo propio. Así que la fórmula será la siguiente: Vallés propone, Zapatero asume y Salgado ejecuta.

Pero hay más: Zapatero no se fiaba de que los servicios de inteligencia quedaran en el ejército, así que se quedó con la responsabilidad directa del CNI. Y al modo de los presidentes populistas de Hispanoamérica, se hizo un ejército presidencial a su imagen y semejanza: la Unidad Militar de Emergencias, que también depende de él.

Ahora se queda con el Consejo Superior de Deportes. De esta manera se podrá anotar los tantos y colgar las medallas. Es el premio de consolación por no haber creado el comprometido ministerio de Deportes. Pero de esta manera consigue mayor cuota de pantalla y por tanto popularidad. Así que prácticamente no hay nada trascendental que no controle directamente. Acumula más poder que ningún presidente de la democracia. El sabrá por qué. ¿No se fía de sus colaboradores? Muchos españoles, tampoco.