La imputada de maltratar de forma habitual a su niña, de apenas siete meses y de pretender acabar con su existencia, ha asentido que durante dos días la vio devolver sangre y ha admitido que, cuando no tenía dinero para comprar leche le daba, como único alimento, manzanilla.
La fiscal pide 22 años de prisión por los delitos de maltrato infantil habitual e intento de homicidio.
"Cuando hacéis con la violencia derramar las primeras lágrimas a un niño, ya habéis puesto en su espíritu la ira, la tristeza, la envidia, la venganza, la hipocresía", escribió Azorín.
Causa horror y se estremecen las fibras más sensibles de nuestro ser, al conocer la noticia de la tortura de una niña de siete meses, inocente e indefensa. No es imaginable la actitud de salvaje o corazón de hielo de la madre que maltrató a su propia hija. Puestos a buscar causas del tal comportamiento, una destacaría con fuerza sobre las demás; la que mira a la formación, a la educación de esas madres en los valores humanos y cívicos.
Vivimos en una cultura de la muerte, que nos rodea por todas partes. Basta profundizar un poco para que aparezca tal y como es; con un egoísmo feroz, una violencia agresiva y el poco respeto por la vida de los recién nacidos, todo ello adobado por los mejores ingredientes hedonistas que nos lleva a un estado de naturaleza donde todo está permitido y no existe la más mínima referencia moral.
La vida es un don de Dios y nada ni nadie puede eliminar el derecho a vivir. La existencia siempre debe ser protegida, desde el mismo momento de la concepción hasta su muerte natural.
Por otra parte, la tortura y castración de un niño de 13 años, arrestado por las fuerzas de seguridad sirias, es el ejemplo más feroz de que los pequeños son también víctimas de los atropellos del régimen sirio, según la organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW). "Los detenidos, entre ellos menores, son sometidos a torturas", confirmó, el investigador de HRW, Nadim Houry. La organización humanitaria considera estos homicidios y torturas de "crímenes contra la Humanidad" y exige que Siria sea colocada ante la Corte Penal Internacional. "Existen cientos de víctimas invisibles cuyo paradero se desconoce".