• No olvidemos que Botín es el principal financiero de Planeta.
  • Y, cómo no, la operación de RTL corre a cargo de Lazard, esto es, de Jaime Castellano, cuñado de Botín. 
  • El Gobierno Rajoy, aunque enfadado con José Manuel Lara, se resiste a desespañolizar al principal grupo editorial y televisivo del país.
  • Por su parte, Silvio González y Javier Bardají apoyan a Bertelsmann, su seguro de continuidad en sus cargos en Atresmedia.
  • Por su parte, Lara trata de forzar con rapidez la sucesión en su grupo multimedia. Es decir, que sucesor sea su hijo, Pablo Lara García.

Toda una conspiración en las alturas. La cosa empieza, como ya hemos contado en Hispanidad, con los dos primeros ejecutivos de Atresmedia (A3 TV y La Sexta), Silvio González y Javier Bardají, quienes quieren aprovechar la difícil sucesión en Planeta para que el grupo alemán Bertelsmann sustituya a Planeta como accionistas de referencia de Atresmedia.

El dúo de ejecutivos de la tele aprovecha la complicada sucesión en el grupo de Lara para forzar el cambio de titularidad en Atresmedia. Y es que José Manuel Lara quiere que su hijo, Pablo Lara García, le sustituya sin interregno por parte de José Creuheras, avalado por parte de la familia Lara.

A Lara se le acumulan los problemas porque resulta que el Santander, principal financiador y acreedor de la deuda de Planeta, tiene interés en hacerse con el banco alemán Commerzbank. En términos geoeconómicos hay que leerlo así: los alemanes le venden Commerz a Botín y los españoles le vendemos Atresmedia a Bertelsmann, es decir, a RTL.

Y cómo no, en medio se encuentra Lazard, el banco que preside Jaime Castellano, principal broker de operaciones en el sector editorial, cuñado de Emilio Botín. Castellano mantiene buenas relaciones con el 'número uno' de Bertelsmann, Thomas Rabe, con quien ya trabajó en la salida a bolsa de RTL.

Rajoy está enfadado con Lara (en la imagen junto a Botín) por la deriva antigubernamental de sus canales de TV, especialmente de La Sexta pero también de Antena 3 TV, y Lara no le perdona que le haya quitado tres canales de TV por orden del Tribunal Supremo. Ahora bien, un Gobierno tampoco puede permitir, sin más ni más, que España pierda la segunda pata del duopolio televisivo que mangonea el sector TV, a manos de un grupo alemán. La televisión es estratégica para los políticos. Eso sí, los alemanes dicen que la banca también.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com