Sr. Director:

 

Una vez más, y siempre serán pocas veces,  llega la hora de participar activamente en el desarrollo de la actividad política, eligiendo a los que han de dirigir este macrobarco en el que navegamos desde hace ya dieciocho años: Europa.

 

Cumplimos, por tanto, la mayoría de edad en este aspecto. La mayoría de edad la entiendo como el momento en el que cada cual está preparado para tomar sus propias decisiones, las que le afectan de manera crucial, de modo independiente y responsable. El periodo anterior a esta mayoría lo interpreto como de aprendizaje para que las decisiones tomadas estén de acuerdo con unos parámetros aceptables por nosotros mismos y por nuestro entorno, respetando las libertades, desarrollando la tolerancia y amplificando nuestra personalidad propia.

 

Este periodo de aprendizaje ya lo hemos disfrutado en Europa. Hasta ahora, la Unión Europea ha sido para muchos un gigante burocratizado que ha nacido para resolver problemas económicos. Ha sido, además, fuente de progreso para equipararnos con el resto de los países avanzados del continente, en un periodo de crecimiento y convergencia.

 

Y llega de nuevo el momento crucial. Próximamente tendremos Constitución europea que habrá que refrendar, como adultos, como mayores de edad. Hay diez nuevos países a los que hay que empujar para que alcancen también esa mayoría de edad. Y hay otros aspectos en los que tenemos que intervenir de manera determinante, para exigir una Europa social que, hasta ahora, no se ha manifestado de manera suficientemente explícita.

 

Por esto, debemos asistir a la convocatoria en las urnas el próximo 13 de junio, para decidir responsablemente sobre nuestro futuro y para participar con criterio en nuestro propio Gobierno, el mismo que el de otros cuatrocientos cincuenta millones de ciudadanos europeos.

 

Abelardo Gómez

 

abelardo.marque@terra.es