En el año 2001, un desconocido director bosnio, Danis Tanovic, obtenía merecidamente el Oscar a la mejor película de habla no inglesa por su ingeniosa película En tierra de nadie. Pues bien, Tanovic es el responsable de Cirkus Columbia, un drama que se desarrolla en el año 1991, en los días previos al comienzo de la denominada Guerra de Bosnia.
Tras vivir exiliado en Alemania veinte años por motivos políticos, Divko vuelve a pueblo natal en Bosnia-Herzegovina haciendo alarde de su buena situación económica, viene acompañado de una mujer joven (a la que quiere convertir en su esposa) y con su gato, Bonny, al que considera el gestor de su suerte… Su primer objetivo es recuperar su casa natal donde viven su mujer y su hijo. Desahuciados a la fuerza, Divko intentará ganarse la confianza de vástago, aprovechando que éste ha tenido que dejar en la casa su estación de radioaficionado…
Salvando las distancias, como ocurría en El huevo de la serpiente (Ingmar Bergman, 1977), Cirkus Columbia refleja con precisión ese periodo previo a la guerra en el que el mal se está gestando. Porque aunque la película tiene toques cómicos y discurre aparentemente en un pueblo tranquilo y luminoso, percibimos perfectamente una gran tirantez en el ambiente y un fuerte descontento entre las diversas etnias que, como todos conocemos, conducirían a la cruel guerra fratricida en el año 1992.
Resulta una verdadera pena que esta inteligente película chirríe en un par de ocasiones al introducir una secuencia sexual explicita innecesaria y, fundamentalmente, cuando carga las tintas en la descripción del machista y "salido" amigo croata del joven hijo de Divko. Ahí el director, Tanovic, se retrata como bosnio al presentar a los croatas como los de índole política más radical… Al parecer las diferencias de percepción entre etnias, aunque han transcurrido dieciséis años desde el final de la guerra, todavía subsisten. Por el contrario, este director se muestra esperanzador cuando apunta a la familia como el único reducto donde uno encuentra apoyo.
El curioso título de la película Cirkus Columbia es el nombre de una atracción de feria que permanece en el pueblo desde la infancia del protagonista y que éste añora como el mejor periodo de su existencia.
Para: Los que quieran hacer una reflexión sobre las situaciones que conducen a una guerra fratricida