Si embargo, en privado se busca a su sucesor. El Gobierno, satisfecho de tener un interlocutor débil en el diálogo social.
Este martes el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, volvió a recibir el apoyo de los suyos. Y esta vez no del 95% de los vicepresidentes, sino del 100%. La razón es sencilla: ninguno de los dos candidatos a sucederle ha sacado todavía la cabeza. No sea que se la corten. Agazapados se encuentra tanto el presidente de la patronal andaluza, Santiago Herrero, como el presidente de Fomento del Trabajo Juan Rosell. Ningún empresario quiere al socialsia Gómez Navarro al frente de la patronal y la AEB y Esperanza Aguirre quieren lanzar a Manuel Pizarro.
Y el Gobierno, tan contento. Al fin y al cabo, ¿qué mejor escenario para el Ejecutivo Gobierno que un presidente de la patronal debilitado? El secretario general, José Mª Lacasa, parece dispuesto a hacer lo que le manden que para eso es un leal funcionario de la patronal. Más díscolo es José Luis Feito, director de estudios de la patronal que este martes, lanzaba su dardo-calentón de la reunión de este miércoles al explicar el paro por los elevados costes laborales unitarios. O sea, que los trabajadores cobran demasiado y las cotizaciones son excesivas.
Por lo demás, parece que la solución para el diálogo es clara. En primer lugar, incentivos a la conversión de los temporales en fijos. Como se hizo hace unos años de manera temporal. Se trata de resucitar el modelo que tan buenos frutos dio. ¿Bonificaciones? El Gobierno se niega, pero los agentes sociales presionan. El resultado final es que alguna bonificación habrá, aunque sea sobre determinados colectivos como jóvenes, mayores de 45 años, mujeres maltratadas, etc. A eso le sumamos el contrato alemán para introducir flexibilidad interna frente a la externa (despidos). Es decir, algo parecido a lo ya realizado en el sector del automóvil: bolsas de horas, recorte de carga de trabajo, EREs temporales, etc. Traducción: contrato alemán.
El resultado de ambos factores es una reforma laboral que junto al recorte del 0,5% en las cotizaciones del Pacto de Toledo puede dejar medio satisfechos a todos. Y sobre todo, Zapatero tendrá su ansiada fotografía de un diálogo social en medio de la peor crisis económica de la reciente historia de España. Mucho mejor que una huelga general. ¿Alguien da más?
En cualquier caso, Díaz Ferrán está cada vez más solo. El grupo Marsans apenas se sostiene en pie y los hombres G,. Ferrán y su socio, Gonzalo pascual, lo venden todo. Además, se ha reactivado el caso judicial Aerolíneas Argentinas (ARSA). Encima, el presidente saliente de Cajamadrid cargó ayer contra Ferrán y el entrante, Rodrigo Rato, tampoco le debe nada. Cuando haya consenso sobre el sucesor, a Ferrán le dirán que se marche los mismos que hoy le han agasajado. Porque lo peor de todo es que Marsans se desmorona, al tener que hacer frente a las deudas de su filiales. El proceso ha comenzado en la filial argentina.