Sr. Director:
Leyendo la noticia de la nueva emisión de bonos patrióticos en Cataluña me viene a la mente el símil siguiente: los españoles -con los que nadie ha contado para nada, salvo como objeto de engaño- estamos pagando obligatoriamente una función de teatro en la que, de repente se apaga la luz -se forma un jaleo, la crisis- y los actores además de apalearnos nos roban la cartera.

 

Y lo más gracioso es que -además, según ellos- somos los espectadores, los culpables de todo y por tanto hay que apretarse el cinturón, mientras ellos se divierten con nuestro dinero y se fuman nuestro futuro. ¿Y qué más?

Antonio Domínguez