El presidente del Gobierno, el mismo que defendió la independencia del Tribunal Constitucional que permitió la presencia de Bildu en las urnas, llora ahora por el poder que el partido independentista ha logrado en Guipúzcoa, pero avisa que "debe cumplir la ley". Seguramente la misma que ha permitido que en muchos ayuntamientos vascos y catalanes no ondee la bandera española pese a su obligatoriedad.
Pero lo peor es que Bildu, como sólo dispone de mayoría simple tanto en la Diputación de Guipúzcoa como en el Ayuntamiento de San Sebastián, tendrá las manos atadas. Y no hay que llevarse a engaño. Es cierto que si PSE, PP y PNV suman sus votos logran la mayoría, pero en la mayoría de los casos, el PNV apoyará a Bildu, quizás con nuevas abstenciones, de manera que pueda lograr beneficios históricos con muy poco, y rara vez se unirá a PSOE y PP, si la dirección es hacia una mayor independencia.
Lo que está claro es que Bildu sigue el guión previsto, y no se puede llevar uno las manos a la cabeza. Tras prohibir la entrada de escoltas a los ayuntamientos, como en Andoáin, ahora ha sido el alcalde de San Sebastián el que ha retirado el cuadro del Rey. Lo de menos es el cuadro, que hasta puede ser feo y estar mal pintado, sino su significado. El próximo paso será colocar un mapa del futuro País Vasco, que incluya Navarra, parte de la Rioja y el País Vasco Francés, en todos los consistorios en los que gobierna Bildu.
Juan María Piñero
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