Se echan de menos las protestas ante el acuerdo para que España se sume al escudo antimisiles. No se confundan: los misiles con Aznar eran armas de guerra, pero con Zapatero son instrumentos de paz.
Y de empleo, porque es lo que destacó el portavoz del Gobierno este viernes. José Blanco asegura que sumarse al escudo antimisiles es una contribución a la seguridad global y a la de nuestro país, pero, sobre todo, que supondrá la creación de 1.000 puestos de trabajo indirectos. Carmen Chacón está desaparecida, pese a que le atañe el asunto, pero la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, se felicitaba por la transferencia de tecnología?que el escudo traerá a España.
En realidad, Estados Unidos traerá a Rota a los soldados directamente vinculados al programa, por lo que esos puestos se crearán para asistir la llegada del amigo americano: mantenimiento de barcos y hostelería están de enhorabuena, pero es dudoso que dejen jugar a los españoles con los botoncitos.
Rodrigo Martín
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