En su nota la Asociación Periodista de Información Económica (APIE), no nombra a la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (AUSBANC), pero se refiere a ella. En una carta remitida a bancos y cajas se pide a estas entidades que no inviten a ruedas de prensa a representantes de asociaciones autodenominadas de usuarios de servicios financieros.
Fina nota, que no oculta sino el cabreo profundo de la APIE con Luis Pineda Salido, presidente de AUSBANC. Un hombre que ha hecho una gran fortuna gracias a estas publicaciones y a la publicidad que en ella insertan algunas entidades financieras. Y pobre de aquella entidad que no lo haga.
Tampoco cita la APIE que no puede ni debe hacerlo, pero sí Hispanidad- que el banco que más dinero da a Pineda Salido es el Santander Central Hispano (SCH), al igual que en el pasado fue el BBVA. Es decir, los dos grandes. Emilio Botín incluso llegó a animar, durante la rueda de prensa con motivo de la Junta de accionistas en la que se aprobó la compra del Abbey, a que Pineda Salido a tomar la palabra. Pineda, casualmente, alabó hasta el ditirambo el paso, grandioso, genial, del SCH en general y de don Emilio en particular, mientras el consejero delegado Alfredo Sáenz, ligeramente abochornado, miraba hacia Gibraltar.
Por el contrario, otras entidades, como Caja Madrid, que han aguantado las presiones de AUSBANC, han recibido severas críticas en las publicaciones de la caja, además de haber sino demandas ante los tribunales, siempre, naturalmente, en defensa de los clientes, por los que se desvive el señor Pineda.
Y pobre de aquel periodista que se atreva a denunciar a Pineda, este personaje, condenado en su día por secuestro y extorsión. Al prestigioso fundador de la revista Inversión, Rafael Rubio, ya le ha llevado a los tribunales. A Hispanidad, por el momento, sólo le ha amenazado.