El rector de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Berzosa, no desmiente los barridos telefónicos practicados en la Universidad Complutense de Madrid, tal y como han informado diversos medios de comunicación. En una nota enviada a la comunidad universitaria el pasado 4 de noviembre, Berzosa señala que en todo caso obedece a hecho ocurrido antes de su llegada al rectorado.
Por supuesto, afirma que ha ordenado una investigación para conocer el destino de los pagos que la Complutense realizó a una compañía de seguridad, pero añade que esta es otra universidad. O sea, estrategia de barrer hacia atrás. Ahora, la preocupación del Rector es velar por el buen funcionamiento de la Universidad Complutense, garantizando la transparencia de su gestión y la dedicación exclusiva a los cometidos que le son propios, esto es, facilitar formación e investigación de calidad y atender los fines sociales que justifican su existencia.
Berzosa presume ahora de aplicar las más exigentes prácticas de buen gobierno para asegurar el excelente trabajo que esta comunidad viene desarrollando al servicio de la formación superior. Eso sí, no explica por qué no emprendió la investigación interna antes de que saltara el escándalo a los medios de comunicación.