- Eso sí, habla de liquidación ordenada pero no especifica en qué consiste el orden.
- En definitiva, como otros, por ejemplo, Emilio Botín y FG, Dancausa tampoco distingue entre depositantes e inversores.
- Por supuesto, Jaime Botín no acepta absorber ninguna entidad en crisis.
Bankinter madruga: ha sido el primer banco en presentar las cuentas del primer semestre de 2012. Unas cuentas que se caracterizan por un fuerte esfuerzo de provisiones para cumplir los decretos de ajuste y provisiones del Ministerio de Economía. Se puede ver en que el margen de intermediación sube un 35% mientras el beneficio cae un 84%.
Hasta ahí sólo felicitar a Jaime Botín que sigue siendo el dueño y rector de Bankinter. Ahora, eso sí, comienza la segunda fase del saneamiento: aumentar la base de capital, principal exigencia de Basilea.
Durante la presentación, la consejera delegada María Dolores Dancausa (en la imagen), ha abordado el trasfondo de moda, ahora en tiempos de rescate bancario de créditos blandos europeos: ¿deben salvarse todos los bancos tal como ha vuelto a defender el ministro de Finanzas, Luis de Guindos? Dancausa piensa que no, que habría que ir a la liquidación ordenada de bancos inviables.
Ahora bien, se queda ahí, en el eufemismo marcado por el adjetivo 'ordenada'.
En definitiva, Dancausa no distingue, como se niegan hacerlo Emilio Botín o Francisco González, qué entendemos por ordenada y, ya antes, qué entidades son viables y cuáles no.
Pero, aún más importante, cuando se habla de liquidación ordenada bancaria hay que aclarar qué dinero es el que protege el Estado: lo lógico es que el Estado proteja el dinero de los depositantes pero no el de los inversores. Los inversores, deberían ir -así ocurrió con el caso Lehman Brothers- a un juzgado donde se aplicaría la legislación sobre concurso de acreedores y el juez establecería la prelación en los pagos.
Pero Dancausa no entre en ello. Además, es sabido que Jaime Botín nunca se ha considerado parte integrante de un sistema bancario. Dicho de otra forma, con Bankinter nunca hay que contar a la hora de sanear el sistema o absorber otra entidad.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com