Sr. director:
Los embriones sienten exactamente esto antes de los atentados contra sus vidas: impotencia, indignación, rabia, inseguridad. Los embriones en los laboratorios de los científicos ven sus "cuerpos" ensangrentados, mutilados y troceados. Sí, allí también hay muchas lágrimas. Es imposible acabar con el terrorismo sin acabar con el aborto. Imposible. Son el mismo problema. La naturaleza siempre se venga.
No me interesa nada de lo que esta sociedad está haciendo, absolutamente nada. Sólo me interesa el bien, el mal menor está matando mis sentimientos, mi corazón, mi anhelo de bien.
Luis López Cozar-Pita
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