Ya era hora que llegara un Gobierno que reconozca que hay que abandonar la cultura del acomodo y la mediocridad.
El Estado necesita ciudadanos que ilustren a la Nación y promuevan la felicidad con todo género de luces y conocimientos. La concepción de la educación y de la cultura no puede ser sólo técnica y funcional, sino que lleva implícita una concepción del hombre y de los valores, de las virtudes personales y sociales y de las formas en las que la humanidad ha dado respuesta a los retos de la historia.
Creo que el Ministro de Educación, don José Ignacio Wert, ha hecho un buen estudio sobre la situación actual y ha descubierto los posibles caminos a seguir con bastante sensatez. Reconociendo también que en España es indispensable que en la escuela se vuelvan a promover valores como el esfuerzo, el mérito, la satisfacción por el trabajo bien hecho, la autoexigencia, la responsabilidad o el respeto por la figura del Profesor.
Ahora bien, aquí todos tenemos que arrimar el hombro.
Carmen Ramírez