El revuelo levantado por el cambio en la ley del registro civil parece buscado, sobre todo en una semana en la que de nuevo los malos datos económicos enturbian el cambio de imagen del Gobierno. De las palabras de Rubalcaba este viernes podría deducirse una disposición a cambiar de criterio. El Gobierno no quiere que en caso de desacuerdo entre los padres sea el del padre el apellido que tenga prioridad, por lo que se estableció el orden alfabético. Según Rubalcaba, las Cortes podrían marcar otro procedimiento para arbitrar el desacuerdo, pero se muestra abierto a los posibles cambios que puedan introducir las Cortes. ¿A nadie en el Gobierno se le ocurrió el método del sorteo?
En cualquier caso, la polémica cubre otros asuntos de la misma Ley del Registro Civil, como la eliminación del libro de familia. En el fondo, la desaparición de la familia como referente pretende dejar al individuo desprotegido para que sea el Estado el que pueda acudir en su rescate.
Mariano Tomás
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